Contratos 360°

Este tipo de contrato está siendo utilizado como el contrato estándar en la industria de las grandes disqueras, a diferencia de los contratos en los que solo se ceden los derechos de las canciones para la producción y publicación del material, este tipo de contrato actúa como un manager.

Entre las ganancias que percibe la disquera con este contrato están aquellas producidas por los conciertos y presentaciones, mercancías, mercadotecnia, música y demás contenido producido con el nombre de la banda.

Uno de los problemas principales que originaron la proliferación de este tipo de contratos fue la supuesta baja de la venta de discos. La industria tiene la idea de que el internet ha favorecido la copia ilegal de la música, si bien es cierto que existen muchos sitios de descarga de contenido, también es cierto que hace algún tiempo era muy caro comprar un disco original; el otro problema son los conciertos, a los que muchos fans acuden sin importar el precio que deban pagar. Gracias a esto la industria se dio cuenta que internet es una buena opción para dar a conocer le material por lo que comenzaron a utilizarlo como medio de distribución.

De esta forma las descargas legales han apoyado a la industria pero aunque una banda cuente con un contrato de 360º, y la disquera se esfuerce por obtener lo mejor para la banda, los miembros de esta generalmente ven muy poco del dinero ganado con su trabajo.

Así que mientras las disqueras no ven una buena inversión en la venta de discos, todo el panorama cambia al utilizar este tipo de contrato, muchos dicen que es como firmar un pacto con el diablo, ya que la disquera dispone de la banda como desea, así como de sus ganancias; mientras que otros lo consideran el mejor negocio, ya que no deben preocuparse por buscar eventos ni por invertir dinero de más en lo relacionado con la banda.

En resumen un contrato de 360º consiste en dejar que la disquera administre y maneje los itinerarios y las cuentas, sin olvidar la gestión de los derechos del material de la banda, reciben buena parte de los ingresos y buscan lo mejor para vender a una banda en específico, pero…

¿Qué pasa con la música? ¿Vale más la imagen y el sonido comercial que la música con mensaje y bien hecha?